martes, 26 de agosto de 2014
Novedad
Mayo de 1610. Es primavera en París y en el palacio del Louvre un viejo rey no puede conciliar el sueño. Enrique IV, el primer Borbón en ostentar el título de rey de Francia, ha llegado a la vejez con un cuerpo cansado y un alma turbada. Terribles pesadillas ahogan el descanso del cuarto Enrique, en las que un misterioso encapuchado hiela su sangre dormida. A pesar de los sueños, de los malos augurios, de los mensajes de astrólogos que aseguran una y mil veces que su vida esta pronta a terminar, el rey que vendió su fe por sus intereses políticos terminará sus días a manos de un loco. Cumpliéndose las premoniciones de las que tanto se rió en vida
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